mo en tantas otras ocasiones, potencias, extranjeras, veían en España y sus colonias, una fuente de ingreso que aportarían a sus diferentes gobiernos, pingües beneficios conómicos. Unos del los casos entre los muchos que se sucedieron, fué el ataque a la capital cubana por tropas inglesas en el año 1762, capitulando La Habana, no sin antes ofrecer una resistencia feroz de los capitanes de navío Luís de Velasco y Vicente González Valor, durante más de un mes. El asedio de la capital, fué incesante, ocasionando grandes pérdidas por la cantidad de proyectiles que impactaron en la ciudad, destruyendo el faro y el torreón que en el morro exístia para favorecer la navegación de los navíos que accedían a dicho puerto.Recuperada La Habana de nuevo para la Corona española, se estudió la construcción de un faro provisional en 1764 alimentado por leña, hasta que en 1795, se procedió a construir un faro que fuese definitivo, tomando como referencia el existente en el castillo de San sebastian de la ciudad gaditana.
Una vez más, Cádiz, impregnaba a la capital cubana, su sabor marinero, y esto, lo pueden confirmar, las personas que hayan paseado por el Campo del Sur, se sentirá transportado a la ciudad caribeña, a la "perla de las antillas".
Nelson
