viernes, noviembre 23, 2007

EL DIOS DE LOS SIGNOS

rte mágico y divino por excelencia, la escritura se hallaba bajo la autoridad de Thot, el señor de la luna y dios de la ciudad de Hermópolis, que quizá fuera en origen una divinidad del delta del Nilo. Se representaba frecuentemente como un babuino o bien como un hombre con cabeza de ibis, uno de los pájaros sagrados del antiguo Egipto; en la cabeza llevaba a menudo el disco dorado y la media luna. Era el esposo de Seshat, la diosa de la escritura; era el señor de la palabra y del pensamiento, protector de los escribas y de los magos y guardián del calendario. Su papel principal era el de escriba y secretario de los dioses: a Thot le correspondía el deber de redactar los actos del ‘proceso” en el cual, en el reino de los infiernos, se juzgaban los méritos y los pecados de los difuntos.
Nelson