domingo, septiembre 02, 2007

ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA

antiago el Mayor, uno de los apóstoles de Jesucristo, tras varios años de evangelización por la Península Ibérica y sobre todo en lo que hoy es Galicia,regresó a Jerusalén con sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro. Allí le apresaron y le decapitaron en el año 42 d.C. Sus discípulos recuperaron el cadáver y lo embarcaron rumbo a Galicia para ser enterrado donde había predicado. Atanasio y Teodoro desembarcaron en Iria Flavia (actual Padrón) y le dieron sepultura. La tumba cayó en el olvido hasta que en el año 813, un ermitaño llamado Pelayo informó a Teodomiro, a la sazón obispo de Iria Flavia, de unos extraños fenómenos que sucedían en el monte Libredón. El obispo ordenó inspeccionar el terreno y aparecieron las ruinas de una capilla y un sepulcro con unos restos que Teodomiro adjudicó al apóstol Santiago y a sus dos discípulos. Enterado de la noticia, el rey Alfonso II el Casto, que años antes había declarado a Santiago patrón del reino, viajó desde Oviedo con su corte al lugar del descubrimiento, y ordenó construir una ermita. El lugar pasó a llamarse Compostela, que puede provenir tanto de campus estellae (campo de estrellas) como de compositum (cementerio). Había nacido un mito religioso con trascendencia política, pues Santiago serviría para unificar los reinos cristianos contra los musulmanes.