jueves, noviembre 23, 2006

EL PRIMER HOLOCAUSTO JUDÍO

l profeta Jeremías vivió en persona y relató la caída de Jerusalén, la destrucción del templo y la deportación de los judíos a Babilonia en el año 587 a. C., unos hechos que él mismo había vaticinado años antes.
EL MES DÉCIMO DEL AÑO NOVENO DEL REINADO de Sedecías, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén y la sitió. (...)
El enemigo abrió una brecha en la ciudad. Los generales del rey de Babilonia entraron y se instalaron en la puerta Central: Nabuzardán, jefe de la escoha; Nabusazbán, alto dignatario; Nerg al-Sareser, oficial mayor, y los demás generales del rey de Babilonia. Al verlos, Sedecías, rey de Judá, y todos los combatientes se dieron a la fuga, y salieron de la ciudad durante la noche por la puerta que hay entre las dos murallas junto al jardín del rey, tomando el camino del Arabá. Pero las tropas babilonias persiguieron y dieron alcance a Sedecías en la llanura de Jericó. Apresaron al rey y lo llevaron a Ribla, en la región de Jamat, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, que lo sometió a juicio sumarísimo.
El rey de Babilonia hizo degollar en Ribla a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos y mandó degollar también a todos los notables de Judá.
A Sedecías le sacó los ojos, lo cargó de cadenas y lo llevó a Babilonia.Los babilonios incendiaron el palacio real y las casas de la ciudad, y demolieron las murallas de Jerusalén. Por su parte, Nabuzardán, jefe de la escolta real, deportó a Babilonia a todos aquellos que habían conseguido sobrevivir en la ciudad, a todos los que se le habían rendido y al resto del pueblo. Sólo dejó en Judá alguna gente sencilla que nada poseía y les repartió viñas y campos aquel día.
Sobre Jeremías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado a Nabuzardán, jefe de la escolta, esta orden:—Tenlo bajo tu protección, preocúpate de él y no le hagas ningún daño; atiende todos sus requerimientos. Nabuzardárt, jefe de la escolta; Nabusazbán, altodignatario; Nergal-Sareser, oficial mayor, y los demás generales del rey de Babilonia mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia y se lo confiaron a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, para que lo dejase ir a su casa y pudiese así vivir en medio del pueblo.
ESTANDO TODAVÍA JEREMÍAS ENCERRADO en el patio de guardia, el Señor le dijo:— Vete a decir al etíope Abdemélec: Así dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel. Voy a cumplir las palabras que anuncié a esta ciudad, palabras de castigo que no de prosperidad. Todo se cumplirá en aquel día y tú serás testigo de ello. Pero yo te libraré y no caerás a espada; conservarás tu vida como botín, porque confiaste en mí, oráculo del Señor.

ATLETAS, NO DIESTROS

ormaba parte de un ritual religioso o era meramente un pasatiempo deportivo? El salto cretense de los toros ha hecho correr ríos de tinta entre los eruditos, que no terminan de ponerse de acuerdo en su interpretación.
El MAS FAMOSO PASATIEMPO cretense estaba relacionado con los toros. A menudo en frescos y vasijas se representaba a hombres desnudos y desarmados saltando por encima de estos animales.
La interpretación de este deporte ha suscitado diferentes hipótesis. Algunas especulan con la posibilidad de que fueran sacrificios humanos inmersos en una compleja liturgia religiosa. Dichos rituales podrían estar consagrados al símbolo de la ciudad por antonomasia, el Minotauro.
La leyenda del Minotauro descansa ligada a Creta. El mito nos cuenta cómo Poseidón envió un toro blanco al rey Minos para que lo sacrificase. El rey no cumplió su compromiso y Poseidón, ofendido, dispuso que la bestia blanca y la mujer de Minos se enamorasen. El fruto de este amor fue el Minotauro, un monstruo -mitad hombre, mitad toro- que vivía en el laberinto del rey Minos y era su guardián. Sólo el héroe griego Teseo, con su astucia y la ayuda de la diosa Ariadana y un ovillo de lana, fue capaz de derrotarle.
La hipótesis más común es la que reduce este festejo taurino a un mero espectáculo circense. La escena podría desarrollarse así: un atleta -que no torero, puesto que en ningún momento lidia al animal- salta sobre el lomo de un toro arrancado, realiza una mortal voltereta por encima del astado y aterriza, finalmente, en los brazos de un fiel compañero.
Aunque esto es lo que se plasma en las obras de arte, ciertos estudiosos apuntan que esta teoría basada en la representación artística está equivocada, ya que se fundamenta en un claro error de perspectiva. Error de perspectiva del que adolecen los frescos y vasijas estudiados. Dichos eruditos, sin salirse del espectículo circense, proponen una variante: ya que es humanamente imposible realizar saltos mortales sobre los lomos de una bestia de 600 kilos que se desplaza a unos 50 kilómetros por hora, lo más probable es que este deporte consistiese en que el atleta, provocando al toro, esperase fríamente la embestida de éste, para que justo en ese momento, saltase hacia arriba, lo más alto posible, evitando así el fatal contacto con el astado.Fuera cual fuera el desarrollo de este espectáculo, debió de ser apasionante.

EL DESARRAIGO JUDÍO

OS JUDIOS NO FUERON sólo innovadores. También fueron ejemplos y paradigmas de la condición humana. Parecía que presentaban todos los dilemas inexorables del hombre de un modo acentuado y más claro. Fueron los «forasteros y viajeros» por antonomasia. Pero ¿no compartimos todos esa condición en este planeta, donde a cada uno se nos concede apenas una estancia de setenta años?.
Los judíos han sido el emblema de la humanidad desarraigada y vulnerable. Pero ¿acaso la tierra entera es algo más que un lugar de tránsito provisional? Los judíos han sido fieros idealistas que buscaron la perfección, y al mismo tiempo, hombres y mujeres frágiles que ansiaban la abundancia y la seguridad. Querían obedecer la ley imposible de Dios, y también ansiaban conservar la vida. Ahí está el dilema de las comunidades judías de la antigüedad de combinar la excelecia moral de una teocracia con las exigencias prácticas de un Estado capaz de defenderse.
EL DILEMA SE HA repetido en nuestro propio tiempo en la forma de Israel, fundado para realizar un ideal humanitario, y que ha descubierto en la práctica que necesita mostrarse implacable si quiere sobrevivir en un mundo hostil. Pero ¿acaso éste no es un problema recurrente que afecta a todas las sociedades humanas? .Todos queremos construir Jerusalén. Parece que el papel de los judíos es concentrar y dramatizar estas experiencias comunes de la Humanidad y convertir su destino particular en una moral universal. Ellos mismos supieron siempre que la sociedad judía estaba destinada a ser el proyecto piloto de toda la raza humana.