martes, septiembre 16, 2008

PILOTOS Y MAREMOTOS

onocida es la vieja y bárbara costumbre medieval de arrojar por la borda al piloto de una nave cuando sus errores ponían en peligro la vida de sus compañeros.Lo que no sabíamos es que tan brutal costumbre perdurase aun bien entrado el llamado "Siglo de las Luces".
En los archivos de la casa ducal de Medina-Sidonia, en Sanlucar de Barrameda, existe una interesante relación descripitiva de los daños sufridos por las poblaciones próximas durante el maremoto de 1755.Al hablar de Cádiz, dice lo siguiente:"Percibidos del temblor de la misma Bahía a borde d eembarcaciones,y la gente de un navío que venía de Caracas y surgió en ella el dia 8 de dicho mes(de noviembre)aseguró que navegando por la altura de las Yslas Terceras, como a 150 leguas de Cádiz, estuvo en Vagel por 3 veces a pique de naufragar a la misma hora del terremoto,del improviso levantamiento del Mar, de modo que aveniendo calado la sonda se hallaron 3 brazas de agua, por lo que estuvieron para arrojar al Piloto al Mar, creyendo que avía errado el rumbo, y no hizo poco este en desengañarlos de lo que era."SIC
Cabe imaginarse el derroche de ingenio y persuasión del que hubo que hacer gala el piloto en cuestión para convencer a la tripulación y salir airoso de tan apurado trance.