a piedad del pirata Milthas se evidencia en la oración que,según fray Antonio de Guevara, el célebre obispo de Mondoñedo, elevó cuando, preso por los rodos de Dionisio I el Viejo de Siracusa (405-367 a. de C.). después de más de treinta años de piratear, era conducido al cadalso:
«¡Oh Neptuno, dios de los mares!, ¿por qué no me vales en esta hora? Pues dentro de tus mares sacrifiqué quinientos hombres, que con mis manos degollé, cuarenta mil que eché al hondo, y treinta mil que murieron de enfermedad, y veinte mil que perecieron peleando en mis galeras. ¿Es, pues, posible que habiendo yo muerto tantos sea poderoso de matarme a mí uno solo?».
«¡Oh Neptuno, dios de los mares!, ¿por qué no me vales en esta hora? Pues dentro de tus mares sacrifiqué quinientos hombres, que con mis manos degollé, cuarenta mil que eché al hondo, y treinta mil que murieron de enfermedad, y veinte mil que perecieron peleando en mis galeras. ¿Es, pues, posible que habiendo yo muerto tantos sea poderoso de matarme a mí uno solo?».