jueves, agosto 23, 2007

TABERNAS CON GLORIA

ún quedan en Cádiz, vestigios, de aquel tiempo tan esplendoroso y decisivo para la historia de España que supuso el siglo XIX, más aún si nos ceñimos a la época en que Cádiz, fué el centro neurálgico y de tierra libre que quedaba en nuestro país.
Tanto es así, que se cuenta, que los cocheros, al hacer sus servicios, habían incrementado sus tarifas, porque ellos argumentaban que el trasladar a algún pasajero hasta La Isla de León(hoy San Fernando), suponía un coste adicional, por el traslado a la frontera con Francia.
Cádiz, es así, afortunadamente no ha cambiado mucho independientemente del crisol que forma su sociedad, reina en el sustrato de la población, ese humor y la ironía que tan sólo ellos saben admistrar porque de alguna forma, la tierra lo dá.
Pero volviendo a uno de los lugares que de alguna forma, se vió impregnado del espíritu liberal que impregnaba la ciudad, aparte del Oratorio de San Felipe Neri, que suponía la más alta instancia de este movimiento, además de ser el órgano que regía el país durante la invasión francesa emanando del mismo la Constitución de 1812, hay lugares próximos, casi olvidados, casi sin importancia, pero que a mi me traslada de alguna forma a aquella época romántica donde las haya, me refiero a las tabernas "La Privadilla" y la hoy llamada "Las Cortes", donde según la tradición popular, hubo tertulias de diputados, no es de extrañar, porque en estos foros, emanaba el fino de Chiclana y por seguro que allí, las comparecencias, saldrían de forma espotáneas, ayudado de estos caldos estupendos, acompasados del chasquido de los diferentes sonidos que proporcionanban las distintas cajas de rapé.
Se acomodaban en función de las estrecheces que el lugar les proporcianaba, agrabandolo si cabe, aquellos atavíos almidonados que cada cual intentaba que fuesen los más erguidos, sobre todo por no dejar en mal lugar a los sastres que habían confeccionado tan majestuosas puestas de largo.
Taberna, que fué de algún modo el sentir de la españas, de los terriotrios de ultramar que quedaban perfectamente reflejados en los rostros de los que de allí procedían
No piensen, que estoy elaborando una guía de tabernas de Cádiz, porque os llevaría al infundio, simplemente, llevado por el romancitísmo de la época, husmeo, lugares que de alguna forma me codean con los diputados de tan singular episodio.
Artículo I. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Artículo II. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.
Artículo III. La Soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Artículo IV. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
Nelson