e todos es sabido que las supersticiones son tonterías,pero a veces ocurren cosas que parecen dar la razón a los que dicen que "haberlas hailas". Trataremos aquí de la "maléfica influencia" que,según algunos, tienen determinados nombres en el destino de los buques que los ostentan.
Es un típico ejemplo en la Marina alemana el "Blücher". El primer buque en llevarlo,un crucero protegido, dió la vuelta al ser acribillado por los británicos el 23 de enero de 1915 en la batalla del Dogger Bank. El segundo, un crucero pesado, dió la vuelta tras ser torpedeado por un fuerte noruego en fiordo de Oslo el 9 de abril de 1940.
En la Marina inglesa tienen cierta aversión el nombre Hood, y es que cuando el contralmirante Horacio Hood arbolaba su insignia en el Invencible en la batalla de Jutlandia un único disparo del Derfflinger lo hizo volar por los aires. Veincitinco años después, el crucero de batalla Hood siguió la misma suerte en su combate con el "Bismarck".
En nuestra Armada, el caso que más llama la atención es el de los dos "España". El primero tuvo su primer aviso al varar, sin consecuencias, en Punta Arenas en 1920 durante los actos conmemorativos del primer centenario de la independencia de Chile y cuarto viaje de Magallanes-Elcano. Tres años más tarde, como es bien sabido varó en el cabo Tres forcas debido a una intensa niebla, perdiéndose para siempre. El segundo "España" no era otro que uno de los dos gemelos del primero, el "Alfonso XIII", nombre que fue inmediatamente cambiado con la llegada de la República en 1931. Se perdería este buque el 30 de abril de 1937 al chocar con una mina frente a las cosdtas de Santander cuando intentaba evitar la ruptura del bloqueo por un mercante extranjero.
Puede argüirse quela pérdida de unos y otros fue debida a la inexastitud de los sistemas de navegación de la época o simplemente a las incidencias del combate, y posiblemente sea ésta la única explicación. No obstante estos argumentos racionales no son válidos para explicar porqué el segundo "España", cuando todavía lucía ese sonmbre, le había tocado el gordo de la lotería de Navidad en 1915 y con su nueva denominación lo único que "tocó" fue tropezar co una mina.
Referencia.-Revista General de Marina.Abril 2008
G.V.R.
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