viernes, abril 24, 2009

PADRON SANTIAGO

ezcla de nostalgia y alegría, nostalgía porque se termina el camino que nos ha proporcionado tantas vivencias agradables y alegría porque tenemos al alcance de la mano, revalidar la hazaña de entrar en Santiago sin ningún contratiempo que hubiera acabado con nuestras posibilidades.
Nos despedimos de Padrón muy temprano con las ultimas melodias de la feria que se celebra estos dias en la ciudad, mezcla de olores de los costillares de las reses colocados en la multitud de barbacoas, así como de el aroma de los pulpos cocidos en grandes potes de latón y dulces de la zona como las rosquillas o las galletas de pico. Música, jolgorio, voces, tombolas, creaban un ambiente festivo a pesar de la lluvia que de forma insistente, permaneció presente toda la jornada, hasta el punto de suspenderse, la salida de las diferentes cofradías por esta circunstancia.
La Iglesia de Santiago de Padrón, nos despedía desde la capital de los pimientos con una mirada altiva,como a seres minúsculos, mirandonos por encima del hombro con su austeridad neoclásica,y recordándonos que ella fue testigo de los templos. Una vez más, el arzobisopo Gelmirez, dejó constancia de su infatigable labor, como patrocinador de la iglesia románica.
Abandonamos Padrón por las rúas Generalísimo y Bordel,en nuestra mente,reinaba los deseos de darnos de frente con la población de Iria Flavia, nombre tomado de Padrón, pues en la antigüedad, así se llamaba,no por minúscula,menos importante desde el punto de vista jacobeo, pues aquí, llego el cuerpo del Apostol Santiago.
Casi estuvimos apunto de sobrepasarlo, pues nos imaginábamos una población de más entidad, pero las indicaciones , nos avisaron que la dejábamos atrás, asi que, desandamos lo andado y le dedicamos el tiempo que merecía este lugar, apesar de significar poco relativo a sus dimensiones, la historia cuenta, que fue en la Era Cristiana una ciudad celta: de los Caporos, posiblemente muy cerca del rio Sar.Con la romanización, se le adjudicó el nombre que en la actualidad luce, Iria Flavia, remontándose su antiguedad al los años 69-70 d.C.
Una vez dentro del recinto que la Colegiata de Santa María de Iria posee, un cercado, protege al pequeño Campo Santo que dá tierra, a sus hijos más predilectos.Nos esforzamos en adivinar cual sería la del premio nobel Camilo José Cela,nuestra sorpresa, fue, que la misma era una losa de granito debajo de un olivo en la que tan sólo figuran su nombre, su título, Marqués de Iria Flavia, y las dos fechas que marcan su paso por este mundo.
Hechas las fotos de rigor y dispuestos seguir la etapa, me imaginaba que a los pies de la losa que custodiaba los restos de tan insigne escritor, se encontraban sollozando toda la familia Duarte,que la Alcarria,ya dejaba de ser ese viaje que nos lo iluminó Cela, al dejar de exístir la persona que dió nombre a unas comarcas que dificilmente, de otra forma las hubieramos conocido.
Continuamos por Iria entre sus viejas casas, la antigua estación del tren y la casa de los Cela-Trulock.
Inevitablemente, tenemos que caminar por la N-550, desviándonos después en el km 88 hacía Romarís en pleno camino medieval.Atravesamos aldeas con extraordinario valor etnográfico, Romarís, Rúa,Rueiro, Cambelas, Anteportas, Tarrío,Vilar… para entrar en otro espacio
sagrado, Esclavitude, con su fuente milagrosa y ese espléndido ejemplar del barroco que es el Santuario da Esclavitude (ss. XVII-XVIII).
Más adelante encontramos,otra bella iglesia, Santa María de Cruces, las aldeas se van sucediendo,pasando por Angueira de Suso, dejando atrás huertos colmados de parras, que me hacían recordar al personaje que conocimos en Caldas de Reis.Otra vez, las N-550, nos acompañaba, calentando las suelas de nuestras botas, oteando en el horizonte el resplandor de la luz sobre el asfalto.Nos desviamos hacia Teo, a la vista del Pazo de O Faramello, alcanzamos la Rua de Francos.
Allí, encontramos uno de los ejemplares de cruceiros más bellos de Galicia, el Castro Lupario. Seguimos hacia el Puente de Pedreira, continuando nuestro camino, entre parrales y corrales de granito, hasta llegar a Areal.Pronto y zizagueando entre casas unifamiliares, nos percatamos de que el fin del camino es ya próximo, rebasamos Milladoiro a través de un polígono industrial, hasta Agro dos Monteiros aunténtico Monte de O´Gozo de esta etapa. ¡Santiago a la vista!,seguimos por Santomil y Amanecida,pasamos junto al Hospital Clínico, continuamos por la Choupana y entramos en Santiago de Compostela.¡Ultreia!

1 comentario:

Enma dijo...

Nos debemos de poner en la piel de 2 peregrinos en la edad media (por ejemplo 2 peregrinos del siglo XI), entonces cuando un peregrino veia a otro por el Camino, le decía: "ultreia" y el otro le respondía "et suseia". Se trata de un saludo entre peregrinos.

Ambas palabras vienen del latín (no nos olvidemos que era la lengua de la cultura y de la transmisión del saber en la Edad Media):
El caso es que la expresión tiene su origen en una canción que cita el Codex Calixtinus, por lo tanto una canción que se cantaba ya en el siglo XII que decía en una de sus estrofas:
E Ultreia, e suseia, deus adjuvanos.
Resumiendo que "ultreia et suseia" era un saludo medieval entre peregrinos, uno decía una cosa y el otro le contestaba el resto.
Enhorabuena Nelson, "misión cumplida"...