lunes, abril 13, 2009

EL CAMINO PORTUGUÉS HACIA SANTIAGO.TUI-PORRIÑO

l Camino Portugués, atraviesa todo el país luso de Sur a Norte, desde la antigüedad,siglo XII, se establece como una de las vías más importantes hacia Santiago de Compostela, aunque desde mi modesta opinión, el Camino Francés, es el Camino por excelencia. Una vez recorridos ambos, se puede establecer diferencias sustanciales en muchos aspectos,las etapas aunque son más benévolas en cuanto a la orografía,la señalización en algunos puntos claves del mismo, producen desorientación a los peregrinos, otro aspecto, es la falta de habituallamiento, pues, se recorren muchos kilómetros sin encontrar algun lugar donde poder saciar la sed, o ingerir alimentos, con respecto al patrimonio cultural, también es inferior al Francés.
En absoluto pretendo desprestigiar esta travesía, porque ha supuesto un enriquecimiento personal y cultural que dificilmente se puede entender si no se recorre los senderos que te llevan hacia la ciudad del Apostol.
El Camino, parte desde el pais luso, de ciudades tan importantes como Lisboa, Santarem, Coimbra, Porto, Braga, desde esta ciudad, hasta Lugo, discurre serpenteante, la Vía XIX romana, la cual seguimos durante todas las etapas hasta llegar a Santiago, perfectamente señalizada, nos hacía entrar de lleno en la historia, en lo que supuso esa civilización al comprobar a pié de obra,el legado que nos dejaron como herencia de un imperio que estableció los cimientos de nuestra civilización,era la Vía XIX, la más larga, se define perfectamente por los tramos adoquinados por granito, inaugurada en el año 11 después de Cristo.
El itinerario pasa además por localidades como Ponte da Lima, Valença do Minho, Tui, Caldas de Reis o Iria Flavia, estableciéndose Tui, como la ciudad que fusionaba todos los procedentes de Potugal para entrar en España unidos hasta la meta final.
En esta ocasión, lo comencé desde este punto, la ciudad de Tui, porque independientemente del tiempo que disponía,consideré que era el punto de convergencia de gentes,culturas y el lugar que figura desde la antiguedad como la llave de acceso hacia una nueva aventura, ofreciendote la posibilidad de volver a encontrarte contigo mismo y de sacar todo el aprovechamiento a unos dias de soledad, meditación y reflexión.
Comienza esta etapa hacía Porriño, entre calles estrechas y empinadas,que te van adentrando en la inmensidad de la naturaleza, como si la catedral de Tui, Santa Maria de Tui ,te fuese empujando hacía esa masa de bosques, helechos,abedules, avellanos,robles y castaños que serán tus compañeros durante todos tus pasos, fieles testigos de tus soledades, de risas y de cansancio.
Bajamos por la Rua das Monxas hacia el río Miño, pasando por el Convento de las Clarisas, las "Encerradas", allí terminaba la misa de ramos y sobre nuestros bordones, colocamos las ramitas de olivos, quizás deseando o recordando de la misma forma que Jesús entró en Jerusalem, nosotros, también deseabamos hacerlo en Santiago, equiparación que no debe tomarse como pretenciosa porque no tiene parangón pero si de cierta afinidad con nuestros propósitos.Al terminar de bajar por la salida de la ciudad, nos encontramos con la iglesia de Santo Domingo (s, XIV), construida con las características propias del gótico.
El recorrido es jalonado por unos paisajes de extraordinaria belleza, diseminados en el mismo, por una sucesión de aldeas, puentes, capillas rurales, cruceiros, pazos, santuarios, unas veces rodeados de montañas, otras del mar y enmarcado en una vegetación sin igual, conviertiendo todo este entorno en uno de los más curiosos y hermosos.
Quizás, uno de los lugares de más tradición y que de alguna forma se convierte en el epicentro de la etapa, sea el Puente de San Telmo, llamado Ponte das Febres. Según la tradición en este lugar enfermó de muerte San Telmo cuando peregrinaba a Compostela, aunque sinceramente, creo que no solamente San Telmo, enfermase en dicho puente, porque me quedé perplejo al observar como un componente de un grupo catalán que nos predecedía, llenaba su cantimplora de sus aguas, no puedo darles más noticias, porque les perdí la pista, desconociendo si fueron afectados por algún tipo de afección intestinal.
Ya al final de la etapa, pasando Ribadelouro,nos adentramos en una zona industrial que es la antesala de Porriño,quizás desde mi punto de vista el más desagradable, ya que se camina a lo largo de varios kilómetros entre naves y asfalto,confirmando, que los Angeles de la Guarda, exísten, porque al estar mal señalizado, tomé el camino equivocado, agradeciendo desde aquí a la persona que detuvo su vehículo y nos orientó hacia la dirección correcta.
El tiempo de permanencia en Porriño, fue de lo más insólito, después de rocorrer la ciudad para cenar algo antes de marchar a decansar, y una vez comprobado lo difícil que esto resultaba, recalamos en una asociación de la tercera edad coincidiendo nuestra estancia allí con un baile floclórico, no ya por su música, sino por el conjunto de bailarines que sin temor al más mínimo sentido del ridículo, pisoteaban la tarima en forma de salón de baile, poniendo de manifiesto sus dotes artísticas. Se emparejaban de todas las formas posibles, amenizado por una orquesta en forma de binómio, que me hizo utilizar los tapones de los oidos diseñados para los ronquidos de los albergues.Destacaba por encima del resto, un individuo elegantemente vestido segun su criterio, muy a los años 60, pero seguro que pertenecía a la asociación hoteras sin fronteras.
Al término de tan agradable velada y sin esperarmelo, se ubicó delante de mi una señora próxima a los 80 años, que me obsequió con una jotas que dejo en mal lugar al Centro Aragonés de Sagunto.
Con esta alegría que nos proporcionó esta noche ,nos retiramos para intentar conciliar el sueño.
Nelson

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