a del cruceo "Princesa", en 1896, que se realizó en tres tiempos. En el primero, en septiembre, el caso se nbegó a deslizarse, con asombro de comisiones e invitados, que abandonaron el lugar.El segundo fue en octubre, ya sin ceremonia, en el que intentó arrastrarlo al agua. Por ello fue llamado "el arrastrao".Quedó el casco peligrosamente a caballo entre las gradas y el mar, con riesgo de quebrarse. Por fin, en la madrugada del 17 del mismo mes,y por su propio impilso, sin que nadie lo tocara, entraba en el agua. Esto obligó a asignarle un nuevo mote:"el espontáneo".
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