a semana pasada, nuestra Vicepresidenta del Gobierno, se trasladaba desde Madrid a Valencia con su respectiva escolta como es lógico en un vuelo Madrid-Valencia, con motivo de su agenda electoral, todo esto es normal, lo que no lo es tanto, a no ser que el poder, tenga patente de corso y las normas sólo exístan para aquellos que sólo somos un código de barras y no disfrutamos de los beneficios que los dioses otrogan sólo a la gente VIP.El caso es que una vez embarcados escolta y Vicepresidenta, el comandante de la nave, solicita que las armas sean entregadas en depósito para su custodia como es preceptivo hasta la finalización del vuelo, a lo que se negaron y como consecuencia de esto, la comitiva abandonó la inminente singladura.
El comandante, decide efectuar el vuelo programado y una vez en la ruta establecida, se le deniega la autorización para seguir su vuelo, con lo que tiene que regresar a Madrid, y embarcar de nuevo a la comitiva compuesta de Vicepresidneta, escolta y pistolas, no me digan que esto no es un gesto de autoridad, viene al pelo aquella frase de épocas pretéritas tan usada que decia...!comandante usted no sabe quien soy yo!.
Nelson
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