Es un crisol, de costumbres, en muchos casos contrapuetas, es la catedral del carnaval, de las gentes más genuínas de ese Cádiz tan particular, todo vale y todo se acepta,todo se respeta y todo tiene cabida, coplas que se oyen todos los dias del año, y frases construídas a pié de las aceras colmadas de mesas al fresco, que tan sólo ellos saben componer con esa gracia improvisada,y aunque parezca un contrasentido, a pocos metros de este lugar bullicioso, están ubicadas, diversas facultades, incluída la de Filosofía y Letras, pronto veremos y no tardará mucho instalala en la misma, la cátedra de filología caleti
Se mezclan los trajes de chaqueta, con las camisetas sin mangas, sobre ellas lucen pesados colgantes de oro macizo, para honrar a su Virgen de la Palma, y a pocos metros, las tascas a pleno rendimiento con los balcones a modo de palcos y que coinciden en frente acualquier garito, donde se apostan observadores que son notarios de los movimientos del barrio.
La viña, es quizás,un lugar protegido por los dioses, 3000 años lo avalan y ni tan siquieira el terremoto de Lisboa,pudo acabar con esta sede de la gracia y del salero.
Después de pasear por la calle iluminada para honrar a su patrona, se divisa al final de la misma la ermita de la Palma.
Fray Bernardo, un fraile capuchino que oficiaba misa en La Viña en 1755 no lo dudó al ver las aguas amenazantes, tomó el cruficijo, y un capellán, el estandarte de la Virgen de la Palma. Lo clavó en la calzada y el padre exclamó: "Hasta aquí, Madre mía". Milagro o no, las aguas no siguieron. La imagen de la patrona, la Virgen del Rosario, fue sacada del templo y situada frente al mar.
Pero, si se desplaza hasta este lugar emblemático, tómese un refrigerio en uno de tantos bares que jalonan la calle de La Palma, deguste, un buen trozo de melva, reposando sobre unos trozos de pimientos morrones y vea caer las lágrimas de una cerveza bien fría, y no tenga miedo si en el próximo certámen carnavalesco, se vea usted representado, asi es Cádiz, así es La Viña.
«En Cádiz, después de pasado el terremoto a las 11 h, el mar rompió los lienzos de las murallas desplazando piezas de sillería de 8 a 10 toneladas alrededor de 40 a 50 yardas, e invadió la población hasta 3 veces con intervalos de 6 minutos dejando en seco cerca de media legua de playa y ocasionó numerosas víctimas. También seprodujeron daños en el muelle y el hundimiento de un barco. El Gobernador de Cádiz ordenó el cierre de las murallas salvando la vida a mires de personas. En. los pueblos de la provincia se sintió el terremoto en análoga manera. Conil, Sanlúcar de Barrameda,, Puerto de Santa María,, Jerez de la Frontera,, etc.., todos ellos sufrieron desperfectos en los edificios y víctimas. Sólo en la Isla de León (hoy San Fernando) aparecieron en sus alrededores 26 muertos. Por ejemplo, Conil quedó completamente destruido. En Ayamonte únicamente, hubo más de 1. 000 muertos».
Nelson
1 comentario:
Qué bonito lo cuentas, Nelson....
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