on Joaquín Albacete y Fúster ingresó en la Armada en el año 1852 y perteneció a la 22 promoción de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina. Pasó a la situación de reserva el 13 de julio de 1905 con el empleo de mariscal de campo, y al año siguiente murió en Madrid.El general Albacete es uno de los personajes más insignes de la Infantería de Marina.
Su historial militar abarca cincuenta y tres años de servicio a la patria. Ejerció el mando de unidades de Infantería de Marina en todos los empleos, desde el de teniente hasta el de
brigadier, inclusive. Participó en las campañas del norte de África de 1860, en las de
Cuba y Filipinas y en las Guerras Carlistas. Sus destinos en ultramar totalizan cerca de
quince años; en Cuba estuvo en seis ocasiones y dos en Filipinas.
En el empleo de teniente coronel, mandando su batallón, protagonizó los heroicos hechos de San Pedro Abanto y Caserío de Murrieta, en los encarnizados combates de los días 25 al 27 de marzo de 1874 para levantar el sitio de Bilbao en las Guerras Carlistas. En esta ocasión él y sus hombres, del segundo regimiento de Infantería de Marina, pusieron en evidencia su bravura, intrepidez y valentía, protagonizando una de las páginas más heroicas, gloriosas y emotivas de las muchas que recoge la dilatada historia de nuestra Infantería de Marina.
De las numerosas condecoraciones y distinciones que recibió, de la que no pudo disfrutar en vida fue de la Gran Cruz Laureada de San Fernando, porque, debido a la dilatada duración del juicio contradictorio, le fue otorgada en el año 1914, a título póstumo, por los heroicos hechos de San Pedro Abanto.
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