Continuando con mis pesquisas, me percaté de que un chico joven salia del portal de esa vivienda a troda prisa y se dirigía hacia el mesón, comentándole al oido de una señora que absorbia caracoles de forma denodada la consigna del marmitón, inmediatamente y con voz enérgica, contestó" dile a tu padre que ya voy".
Esta escena, me llevó a la reflexión de los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad, pues no hace mucho, estas cosas ocurrian en sentido inverso, es decir, los caracoles los engullía el macho y la hembra a preparar las viandas como es de obligación.
En absoluto quiero establecer a quien le corresponde el turno de ingerir los moluscos gasterópodos, sólo pienso que esto es producto de ciclos, antes era el hombre y ahora la mujer, lo peligroso de este tema es que sea cíclico y las recaídas son peores como decía los de antaño.
En definitiva, mi reflexión final, es que creo que se ha perdido mucho tiempo por ambos sexos, podrían tomar los caracoles juntos y atrender la cocina de forma simultánea,en fin, si se pudiera retroceder en la vida de cada cual, posiblemente , nos daríamos cuenta del tiempo perdido, de los momentos inolvidables que se nos fueron por entre los dedos y sobre todo, de disfrutar de esos anormas y sabores a tomillo e hinojos que la primavera nos deleita cuando está en su máximo esplendor.
Nelson
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