onsultando biografías de personajes célebres y que de una forma u otra aportaron a España resultados transcendentales, vino a mis manos algunas reseñas históricas de hechos, y actos de valentía difícilmente repetibles, pero olvidados en el tiempo y que tan siquiera tuvieron jamás el reconocimiento de su país.
En esta ocasión me refiero a Blas de Lezo, su biografía es tan extensa y sus actos de heroísmo tan asombrosos, que necesitaríamos mucho tiempo para poder describirlos o para conocer que le impulsó a este marino mermado por las heridas y las amputaciones a seguir sobre las cubiertas de los buques, defendiendo el pabellón de España.
Me consta, que los españoles, desarrollamos un complejo tremendo cuando nos referimos a hechos heroicos de nuestros compatriotas, sea en el terreno que sea, nunca hemos sabido valorar y poner en el lugar que corresponde a los héroes que han proporcionado los mejores capítulos de nuestra historia regado con la sangre generosa de estos hombres y mujeres que han dado en ocasiones todo por nada.
Estoy completamente seguro, que si Blas de Lezo, hubiese sido hijo de otra patria, no hubieran escatimado laureles ni reconocimientos que tan insigne marino acumuló para el engrandecimiento de España.
Nacido en Pasajes (Guipúzcoa), el 3 de febrero de 1689, se enroló en la Armada. En el combate de Gibraltar de 1704, siendo guardiamarina, pierde su pierna izquierda y es amputado en condiciones sanitarias deplorables, pues, no se le aplicó anestesia, fue esta su primera cita con la muerte, fue el anticipo de lo que le esperaba a lo largo de su vida como marino.
Su heroísmo, en esta acción, fue reconocido, por Felipe V hasta el punto de que lo quiere nombrar su asistente de cámara y le concede una “merced de mérito”, galardón que sólo recibían las personalidades más prestigiosas del reino.
A raíz de este bautismo de fuego, interviene en el socorro a Peñíscola, y en Génova, derrota a los ingleses, destruyendo al navío” Resolution”, y capturando otros barcos..
En 1706, acude en socorro de Barcelona, asediada por la armada británica.
Posteriormente es destinado como fuerza de guarnición a Tolouse, en donde, vuelve a sufrir un nuevo revés, pues pierde el ojo izquierdo producto de una esquirla de cañón.
En 1712, bombardea Barcelona al mando del navío “Campanella”, en apoyo del Rey Felipe V, siendo nuevamente herido en el brazo derecho por una bala de mosquete que se lo inutiliza . A partir de aquí, sería conocido en todos los lugares donde su navío dejaba ver su velamen como “ el medio hombre”.
En 1715, participa en la recuperación de Menorca. Posteriormente es destinado con su escuadra al mar del Sur, para intentar limpiar de piratas estas zonas marítimas que atosigaban al imperio español y ponían en serio riesgo la economía de la metrópoli.
En 1731, hizo de recaudador de impuestos, pues Génova le debía a la corona española dos millones de pesos, adentrándose en dicho puerto con seis navíos y rescatando dicha cantidad deudora, obligando a rendir honores a la bandera de España.
En 1732, recupera Orán, en manos de los musulmanes y como colofón a una vida de heroísmo tan dilatada, hago referencia al suceso acaecido en 1737, cuando fue destacado a Cartagena de Indias donde ocurre su más glorioso episodio. Durante 67 días defiende con tesón la plaza del feroz asalto inglés y derrota la más importante Armada que el mundo había visto.
Muere en Cartagena de Indias, ¿su tumba?, ¿sus restos?,que más dá, hay cosas más importantes por las que preocuparse, además esto narrado pertenece al pasado, son historietas que ni siquiera figura en los libros de historia ni en el sentir de un pueblo. ¿Blas de Lezo?,¿quién es ese marino?.
Blas, tuviste mala suerte, no ya por tus heridas, por tu desvelos hacia tu patria, sino por la ignorancia de tus compatriotas, la peor herida te la proporcionó tu propio pueblo, pero los héroes muchas veces llegan hasta el sacrificio de saber que son ignorados.
En esta ocasión me refiero a Blas de Lezo, su biografía es tan extensa y sus actos de heroísmo tan asombrosos, que necesitaríamos mucho tiempo para poder describirlos o para conocer que le impulsó a este marino mermado por las heridas y las amputaciones a seguir sobre las cubiertas de los buques, defendiendo el pabellón de España.
Me consta, que los españoles, desarrollamos un complejo tremendo cuando nos referimos a hechos heroicos de nuestros compatriotas, sea en el terreno que sea, nunca hemos sabido valorar y poner en el lugar que corresponde a los héroes que han proporcionado los mejores capítulos de nuestra historia regado con la sangre generosa de estos hombres y mujeres que han dado en ocasiones todo por nada.
Estoy completamente seguro, que si Blas de Lezo, hubiese sido hijo de otra patria, no hubieran escatimado laureles ni reconocimientos que tan insigne marino acumuló para el engrandecimiento de España.
Nacido en Pasajes (Guipúzcoa), el 3 de febrero de 1689, se enroló en la Armada. En el combate de Gibraltar de 1704, siendo guardiamarina, pierde su pierna izquierda y es amputado en condiciones sanitarias deplorables, pues, no se le aplicó anestesia, fue esta su primera cita con la muerte, fue el anticipo de lo que le esperaba a lo largo de su vida como marino.
Su heroísmo, en esta acción, fue reconocido, por Felipe V hasta el punto de que lo quiere nombrar su asistente de cámara y le concede una “merced de mérito”, galardón que sólo recibían las personalidades más prestigiosas del reino.
A raíz de este bautismo de fuego, interviene en el socorro a Peñíscola, y en Génova, derrota a los ingleses, destruyendo al navío” Resolution”, y capturando otros barcos..
En 1706, acude en socorro de Barcelona, asediada por la armada británica.
Posteriormente es destinado como fuerza de guarnición a Tolouse, en donde, vuelve a sufrir un nuevo revés, pues pierde el ojo izquierdo producto de una esquirla de cañón.
En 1712, bombardea Barcelona al mando del navío “Campanella”, en apoyo del Rey Felipe V, siendo nuevamente herido en el brazo derecho por una bala de mosquete que se lo inutiliza . A partir de aquí, sería conocido en todos los lugares donde su navío dejaba ver su velamen como “ el medio hombre”.
En 1715, participa en la recuperación de Menorca. Posteriormente es destinado con su escuadra al mar del Sur, para intentar limpiar de piratas estas zonas marítimas que atosigaban al imperio español y ponían en serio riesgo la economía de la metrópoli.
En 1731, hizo de recaudador de impuestos, pues Génova le debía a la corona española dos millones de pesos, adentrándose en dicho puerto con seis navíos y rescatando dicha cantidad deudora, obligando a rendir honores a la bandera de España.
En 1732, recupera Orán, en manos de los musulmanes y como colofón a una vida de heroísmo tan dilatada, hago referencia al suceso acaecido en 1737, cuando fue destacado a Cartagena de Indias donde ocurre su más glorioso episodio. Durante 67 días defiende con tesón la plaza del feroz asalto inglés y derrota la más importante Armada que el mundo había visto.
Muere en Cartagena de Indias, ¿su tumba?, ¿sus restos?,que más dá, hay cosas más importantes por las que preocuparse, además esto narrado pertenece al pasado, son historietas que ni siquiera figura en los libros de historia ni en el sentir de un pueblo. ¿Blas de Lezo?,¿quién es ese marino?.
Blas, tuviste mala suerte, no ya por tus heridas, por tu desvelos hacia tu patria, sino por la ignorancia de tus compatriotas, la peor herida te la proporcionó tu propio pueblo, pero los héroes muchas veces llegan hasta el sacrificio de saber que son ignorados.
NELSON
1 comentario:
Si esto es cierto esta persona mereceria ser mas reconocida en la historia...
Lamentable que solo se reconozca a la gente por el montón de victimas en el bando contrario sea este el que fuere, pero bueno eso es culpa de la iglesia no de los hombres
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