ucha tinta se ha derramado en torno a la figura del general Varela, normalmente y en casi todas las ocasiones para involucrarlo como golpista en la última guerra civil. Es indudable, que participó de lleno en dicha contienda, aunque a veces el término golpista tendría que estar sujeto a un análisis profundo de la España de la època y las causas que provocaron tan lamentable suceso. Los desastres, sean del tipo que sean, van precedido de unas causas, y en este caso que nos ocupa,de unos acontecimientos, que hacían la atmósfera irrespirable desde mucho antes de la guerra civil, como sucedió en el año 1934.
Pero la intención de este artículo no es juzgar la actitud o la necesidad de su participación en la guerra fratricida, sino valorar al general Varela desde un punto de vista biográfico, poner de manifiesto la valía del militar más laureado de todos los tiempos, con una hoja de servicios repleta de éxitos dificilmente igualable y sin parangón en la historia de los ejércitos de España, y dicho sea de paso, al estallar la guerra civil, ya había obtenido todos los reconocimientos como estratega, héroe y militar de una valía demostrada en los campos de batalla.
El general Varela, nace en San Fernando (Cádiz), el 17 de abril de 1891, ingresando como corneta en el 1º Regimiento de Infantería de Marina de esa misma ciudad, llegando al empleo de Sargento en dicho Cuerpo, marchando posteriormente a la Academia de Toledo a los 21 años de edad para ingresar como cadete de Infantería.
Al obtener el despacho de Segundo Teniente, se incorpora al Regimiento de Ceriñola en Marruecos, y poco después, al Grupo de Fuerzas Regulares, donde prácticamente desarrollaría toda su carrera militar, y su nombre empezaba a sonar como un militar de prestigio, sacrificado y de indudable abnegación.
Los combates acontecidos en Ain-Guenen, Melusa,Saaza,Gorra,Mensora,Rauda, Ain Tisi,Axib el Abbas, Fondak de Ain Yedida, Excaria y Dar Hamud, jalonaron su hoja de servicios, recibiendo su primera herida de guerra en 1919, producida en Kudia Majzen al intentar rescatar a un cabo que había caído prisionero, llegando al combate cuerpo a cuerpo.
Tanto en este hecho anterior, como en el combate de Rumán, dejó de manifiesto su sentido del compañerísmo al rescatar a numerosos soldados y los cuerpos de 16 combatienes, por estos méritos contraídos, se le concede el 21 de julio de 1922, la más alta recompensa militar, la Cruz Laureada de San Fernando, condecoración que se otorgaba en casi todos los casos a título póstumo.
El 21 de julio de 1922, se le concede otra Cruz Laureada de San Ferrnando, por su heroísmo acreditado en la Acción de Addama, ocurrida el 22 de julio de 1922.
Posteriormente, se le concedió la Medalla al Mérito Militar Individual, por su heróica acción en el monte Ifermín, al destruir con trilita un cañón del enemigo el 24 de marzo de 1925. El 10 de septiembre de ese mismo año, participó con su jarka en el desembarco de Alhucemas.
Por méritos de guerra fue ascendido desde el empleo de capitán a coronel, siendo destinado con este último empleo al Regimiento de Infantería de Cádiz.
Considerado desafecto al régimen republicano, el Gobernador civil de Cádiz ordena su detención el 17 de julio de 1936, siendo trasladado a la prisión del Castillo de Santa Catalina de esa ciudad, siendo liberado al día siguiente por la tropas que se alzaron en la sublevación militar.
El hecho más notable durante la mencionada contienda, fue la liberaciuón del Alcázar de Toledo, aunque tambien fue notoria su participación en diferentes frentes y acciones bélicas.
Sin duda, fué un militar digno de ser estudiado y sobre todo, ensalzado, lejos de sentimientos rancios que quedan lejos ya en el tiempo y sí como un personaje que llevó hasta extremos inimaginables, las virtudes castrenses, que bien pudiera servir de ejemplo a futuras generaciones de aquellos que tomen el camino de las armas.
Por último, pediría o exigiría, un respeto a su memoria, porque aunque su cuerpo reposa en el cementerio de San Fernando en un mausoleo en dónde descansan sus restos, es indignante que dicho habitáculo, esté sirviendo en la actualidad como cuarto de limpieza del Campo Santo.
NELSON
9 comentarios:
Estimado Nelson:
Gran artículo, donde se manifiesta un sencillo y hermoso resumen de la vida de un hombre como el general Varela. Es triste que en esta España donde todavía vive el espíritu de Caín se antepongan ideas bajas frente a valores más elevados.
Lo del cementerio de Cádiz es inaudito. Me da vergüenza y comparto su indignación. Sería buena alguna inicitiva de gente de bien de esa zona promover, por lo menos un mínimo de decoro con la tumba del general Varela. Con independencia de signos políticos e interpretaciones ineptas de la "memoria histórica", ese hombre fue un héroe, modelo de virtud castrense en su más alta expresión, y lo que es más importante es Historia de España.
Un cordial saludo.
Le agradezco su comentario, entre otras cosas, porque me es grato poder compartir con usted estos sentimientos y a la vez la indignación que supone tal ofrenta de descuido,de ingratitud y lo que es más clamoroso de falta de respeto a una de las páginas más heróicas de nuestra historia.
Estimado Nelson:
Veo en el comentario que le hice anteriormente que me pone anónimo. Soy su "colega" de almirantazgo, "Blas de Lezo".
Saludos cordiales.
Saludos efusivos Blas de Lezo, reitero mi agradecimiento por su comentario, seguiremos en la brecha. No sé porque sucede eso, le ha dado a la opción de "otros" y ha colocado su seudónimo?Un abrazo.
Mi querido almirante:
Hay veces que creo que los blogs tienen vida propia. He introducido mi clave pero me pone anónimo. En fín, en el próximo comentario lo firmaré.
Abrazo amigo y ánimo en la difusión de estas hermosas ideas.
El general Varela reposa en un mausoleo, sirva ahora de cuarto de limpieza o no. Cuantos otros PATRIOTAS, de signos y pensamientos dispares (no solo se es patriota cuando se comulga con un régimen), reposan en campos (y no santos precisamente) por mor de unas ideas dispares al régimen establecido tras un golpe de estado y una gerra. Cuantos españoles no tienen no solo mausoleo sino una digna tumba. Un socialista en París.
Todos los partriotas que hayan muerto por una causa justa o por unos ideales deberían tener un mausoleo. Aquellos que fueron víctimas del golpe de estado de 1934, cuando el PSOE se alinea con ERC, para derrocar al gobierno legalmente establecido,provocando la insurreción de Asturias,o apoyaron el levantamiento en Cataluña para su independencia, tambien deben ser reconocidos como patriotas y por lo tanto respeto. Que Varela tenga un mausoleo, no va endetrimento de aquellos que deberían tenerlo.Memoria flaca tiene usted, SR.socialista.
O sea, que el 21 de julio de 1922 se le conceden dos laureadas, la segunda de ellas por las acciones de Addama, que Varela realizaría al día siguiente.
¿Ya había máquina del tiempo por entonces? ¿O es que las laureadas se repartían como churros? No me extraña, en una guerra colonial como esa, alentada desde España para justificar tanto gasto militar. Así nos fue después.
No me dé las gracias cuando corrija las fechas, señor Nelson. A cambio lea algo de Fernando de los Ríos, por ejemplo, sobre la reforma social en la República.
Sería buen militar, nadie lo duda, pero traicionó al gobierno legalmente constituído desde su cargo, por lo tanto fue un traidor a su patri y por supuesto responsable de las miles de muertes que provocó con su participación en el golpe mde estado.
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